destierros
y tinieblas (1963, 1965,1995)
EL MUTILADO
La tarde, el ruido
de la noche que rasga los vestidos,
el sonido soñoliento,
la madrugada que se acerca,
el tren que dobla la
colina, las viejas ruedas, el cansancio,
la tarde o la noche
(es lo mismo),
y la inmensa, distanciada
noche de un mutilado.
Todo termina, todo
se acaba
y empieza aquí,
y vuelve
a empezar, y no termina
nunca:
porque todo termina
o empieza
en un abrazo que falta,
en una mano que no
existe,
en unos dedos que jamás
podrán acariciar otros dedos,
en un aire que ocupa
un brazo:
y en una mirada que
penetra, monstruosamente abierta,
la noche del tren,
el ruido de la noche,
ese abrazo que falta
(que miro faltar frente al que tengo)
bajo la inmensa, desoladora
distancia de todo lo perdido.
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