fénix de madrugada (1996)

 

NO ESTÁN

Esa casa no está, no está esa puerta
ni las hortensias que rodeaban todo,
ni está el cálido umbral ni la desierta
barca de bronce y sol que de algún modo
me resguardaban del espanto oscuro,
de aquel país nocturno y susurrante,
de la luna que cae en un instante,
del mar inquieto y del ardiente muro.
Esa casa no está, pero regresa
como regresa el viento memorable,
el lápiz tierno y la perdida mesa,
y el sueño del verano interminable
que ya no volverá. Todo se ha ido.
Memoria fue del río y del olvido.

 

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